Jamás oirás “te quiero”.
Ya te entregué todo; nada queda.
Mis lágrimas serán una estrella fugaz.
Hoy, te envolverá el silencio.
Estate atenta, escucha…sí, sí, oyes bien...
tan solo te amaré.
El Río de la Vida
domingo, 15 de enero de 2012
lunes, 2 de enero de 2012
La rosa
Me sonríe; brilla con luz
propia.
Confía, es la vida misma.
Nada hace, nada deja por hacer.
Verde, siempre verde.
En su vientre la acoge el silencio.
En mí toma conciencia de su existencia,
de su serena quietud e incólume belleza.
Me sumerjo en sus pétalos y espinas.
Ella me regala su fina lluvia de estrellas
Como el poeta, la rosa
No dice nada; nada deja por decir.
Confía, es la vida misma.
Nada hace, nada deja por hacer.
Verde, siempre verde.
En su vientre la acoge el silencio.
En mí toma conciencia de su existencia,
de su serena quietud e incólume belleza.
Me sumerjo en sus pétalos y espinas.
Ella me regala su fina lluvia de estrellas
Como el poeta, la rosa
No dice nada; nada deja por decir.
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